Por: Bárbara Fortes Moya
Las acciones estratégicas en el poblado costero de Isabela van dirigidas a contrarrestar las afectaciones en las zonas vulnerables y la preservación de la vida de sus habitantes, afirma el Dr.C Eulalio Aguiar, profesor del Centro universitario municipal de Sagua la Grande.
La elevación del nivel medio del mar y la pérdida de tierra firme, el avance de la intrusión salina en las cuencas subterráneas afectan el abasto de agua potable. Estas son preocupantes que integran los objetivos del proyecto institucional Resiliencia Costera en Isabela de Sagua, en correspondencia con la Tarea Vida, plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático- significó.

Otro tópico en la mira es el peligro por inundaciones y destrucción de muchas viviendas, ocasionadas por fenómenos meteorológicos, el último, el huracan Irma en 2017, con afectaciones a la poblacion, por lo que el ordenamiento de estas estructuras resulta premisa del proyecto y en este sentido se ha logrado avanzar.
Los problemas ambientales en el asentamiento costero precisan del imprescindible ordenamiento de las actividades en las zonas de playa, y un ejemplo positivo son los estudiantes de centros educacionales participan en jornadas de limpieza de esas áreas.

Los manglares, barrera natural de protección costera, sufren también las consecuencias del cambio climático por lo que requieren de un plan de reforestación a corto y mediano plazo.
La adaptación en el poblado de Isabela para la resiliencia costera ante el cambio climático, debido a los peligros en la actualidad y en el futuro, resulta preocupación constante por lo que la implementación mediante soluciones naturales constituye premisa del trabajo-aseveró Aguiar.