Si pregunta en Sagua la Grande por Adriana de la Caridad Reyes Reinoso, tal vez escuche un «no la conozco», por respuesta, pero si dice que busca a Caruca, la instructora de arte, sin dudas muchos dirán conocerla y hasta ser su amigo.
Y es que la joven, además de destacarse en su labor, cuenta con un carisma que la convierte en una sagüera muy popular.
Caruca es graduada de la especialidad de danza y se desempeña en la Casa de cultura Enrique González Mantici, institución donde atiende diferentes grupos etarios. Y aunque a todos llegan sus enseñanzas de los más variados ritmos, ella confiesa que prefiere el trabajo con los niños.
De su quehacer han salido ruedas de casinos, agrupaciones danzarias folclóricas y hasta bailarines de música urbana, porque a ella el baile le corre por las venas.
Alegre, desenfadada, entusiasta, la joven atesora el recuerdo de haber llevado el arte hasta la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Premios, tanto suyos, como de sus pupilos en fiestas municipales y provinciales de la danza, así como la distinción el pasado año de instructora de arte destacada, figuran en su currículum.
Galas, festivales y otros eventos han contado con su presencia. Su más reciente actuación fue en el estreno del proyecto Bonito y sabroso, que en coautoría con su madre, Francisca Mayra, rindió homenaje al aniversario 60 del fallecimiento de Benny Moré.
