Por: Bárbara Fortes Moya
Por estos días la familia anda mas de prisa que de costumbre, pues al pequeño hay que prepararle el uniforme escolar, para que comience la escuela.
Los detalles lo corrige la abuela o la costurera, y así no queden imperfecciones, y poder lavarlo y plancharlo muy bien, para que esté listo.
Al fin, el ansiado lunes y el retoño de casa, se despierta temprano, está ansioso, es el primer día, y se prepara el desayuno porque hay que llegar puntuales. Para el recuerdo, captan la primera imagen del hijo con su uniforme, la mochila con colores, lápices y un pomito de agua.
Al llegar a la escuela, el pequeñín se siente un poco extraño, pero como asistió a las vías no formales de educación pre escolar, socializa bien con sus compañeritos, conoce las vocales y algunos números.
El inicio del curso escolar es sinónimo de alegría por volver a las aulas y expectativa para los que se inician, y sin duda, el apoyo familiar representa un aspecto primordial para hacer de este día, un grato recuerdo.