Por: Bárbara Fortes Moya
Orestes Jauregui trabaja desde 2004 como chofer de la Base de Taxis «Sagua», y traslada a pacientes que reciben tratamiento de Hemodiálisis en el Hospital General Docente Mártires del 9 de Abril de la cabecera municipal.
Oriundo del central Perucho Figueredo, en Calabazar de Sagua, desde bien temprano comienza la faena laboral para cumplir con puntualidad, premisa fundamental, de la que depende la realización en tiempo del tratamiento.
Dice que cuida mucho su auto, con muchos años de explotación, pero con esfuerzo de los innovadores en la búsqueda de soluciones, no se detienen las ruedas por la vida.
«Hasta el momento, no se registran quejas de mi trabajo, ni de mis compañeros tampoco», de ello dan fe muchos enfermos y sus acompañantes que ha transportado durante casi dos décadas.
«Ni en la pandemia de Covid-19 hubo problemas, cumplí con las medidas de protección y no me detuve»-confiesa orgulloso y agrega- «Y si se presentan dificultades técnicas en la sala de Hemodiálisis del Hospital de Sagua me sumo al traslado hacía Santa Clara, pero no puede interrumpirse el tratamiento, de ello depende la vida de los pacientes».
Actualmente existe déficit de combustible, por la situación económica del país, pero la asignación para este servicio está garantizada diariamente, por la trascendencia del mismo.
«Me siento satisfecho de contribuir a que las personas mejoren su calidad de vida. Soy trabajador de Transporte, pero una parte de mi pertenece a Salud», expresa Orestes Jauregui, un hombre de alma buena.
