A ese muchacho delgado se le ve ajetreado de lunes a viernes, pero también sábado y domingo. En el Reparto 26 de julio de Sagua la Grande lo conocen bien, no solo porque allí reside, sino porque en ese lugar dedica espacio y tiempo a la atender las demandas de los jóvenes de la comunidad, y ¿por qué no?, de los no tan jóvenes, porque Sandro es un muchacho jovial y cariñoso.
Él lleva a sus espaldas una misión difícil para estos tiempos: es funcionario integral de Unión de jóvenes Comunistas.
«Desde noveno grado soy militante de la UJC. Me captaron hace cuatro años cuando yo era secretario de un comité de base mientras trabajaba en la Dirección de Economía y Planificación. Mi desenvolvimiento relevante me hizo llegar a aquí. Hoy atiendo una zona de trabajo con 18 comités de base y una zona de defensa. Con ellos todos los procesos políticos de esas zonas».
Entre campañas mediáticas, frente a un grupo etario influenciable por excelencia, y en medio de una crisis económica global en la que Cuba siente más fuertes que nunca los golpes de una política genocida y arbitraria.
«Los jóvenes de hoy creen en todo lo que les digan, sin verlo, sin constatarlo, sin leerlo. De que sepan las verdades debemos ocuparnos nosotros. Así lo hicimos cuando el nuevo código de las familias cuando en las redes intentaban desacreditarlo. Así lo estamos haciendo con el proceso eleccionario que se avecina el 26 de marzo, explicando la importancia de elegir y demostrar la transparencia de nuestro proceso y cuánto de democracia hay en él».
Pero su verdad son los hechos. Su verdad está en el deber de atender, representar y hacer por los jóvenes.
«Quisiera hacer mucho más, quisiera poder responder a algunas inquietudes que no tienen respuesta. Lo jóvenes en Sagua la Grande, por ejemplo, reclaman espacios para la recreación y el esparcimiento, y no los hay. Teniendo en cuenta la situación económica del país sabemos que es difícil y así se les explica, pero los represento y lucho por llevar sus inquietudes a los planos que se tengan que llevar».
Su rostro se hace conocido. Está en el parque, está en el barrio, está en las calles. Sandro está donde lo necesiten, haciendo por los jóvenes, haciendo por la Revolución.
