El saltador de altura Luis Enrique Zayas volvió a hacerlo. Regaló este martes su mejor desempeño en el momento grande y se despidió feliz del XIX Campeonato Mundial de Atletismo 2023, con un cuarto lugar sin precedentes en su carrera.
El santiaguero logró una marca inédita al aire libre, pues los 2,33 vencidos en el primer intento solo los había sobrepasado en pistas bajo techo.
Al quinto puesto conseguido en Doha 2019 le siguió el sexto de Oregón 2022. Por eso la meta consistía en mejorar esas ubicaciones. Cumplido el objetivo, quedó el sabor de la incertidumbre sobre qué hubiese pasado de no fallar tanto en las primeras rondas.
Por delante solo pudieron colocarse tres estrellas del momento. La corona, con total merecimiento, paró en manos del inquieto italiano Gianmarco Tamberi, preciso en el primer enfrentamiento con los 2,36 metros.
A continuación se ubicó el estadounidense JuVauqhn Harrison con la misma marca, pero un fallo añadido. Cerró el podio el favorito catarí Mutaz Essa Barchim, incapaz ante esa altura.
Detrás del cubano anclaron hombres del calibre del sudcoreano Saenghyeok Woo (2,29) y el ucraniano Andrii Protsenko (2,25), segundo y tercero en ese orden en el pasado certamen mundial.
«Me enfoqué mucho en el hombro, que es mi peor enemigo en este momento. Tuve que ajustar la carrera de impulso porque pasé mucho trabajo en la clasificatoria», describió Zayas su competencia, otra vez con respaldo y consejos desde el graderío del recordista mundial Javier Sotomayor.
«Me gusta escuchar los buenos consejos, por eso sigo a mi entrenador y por supuesto a Sotomayor, quien tiene la picardía de muchos años en el salto de altura. Estoy feliz porque estuviera aquí hoy», reconoció el campeón panamericano de Lima 2019.
Su entrenador, Juan Francisco Centelles, casi no “cabía” en su asiento al borde de la pista del Centro Nacional de Atletismo de Hungría. «Entra guapo, duro como tú sabes, ahora es el momento», se le escuchó repetir una y otra vez, junto a los llamados para ajustar los pasos con cada cambio de altura.
Zayas volvió a fallar más de lo deseado. Reconoce que eso debe cambiar. Imprescindible la economía de saltos para evitar cansancio y porque repercute en el reparto de las posiciones finales.
Ahora solo pudo pasar con total limpieza por su última altura, increíblemente la menos superada en su carrera. Para vencer los 2,20, 2,25 y 2,29 requirió un par de intentos. Luego fracasó tres veces ante los 2,36 metros, aunque vale resaltar que la última ejecución hizo soñar a muchos con algo grande.
Tamberi, campeón olímpico en Tokio 2020 junto a Barshim, no solo ganó su primer metal de oro a este nivel, sino que dio a su país la única medalla mundial en el salto de altura.
Impresionante el desempeño de Harrison, el más joven del grupo, quien no debe tardar en alcanzar los 2,38 que les fueron esquivos ahora.
Lo de Barshim resultó lo más inesperado. Después de la impecable eliminatoria nadie se atrevía a desconocerle la máxima candidatura, pero su falló en el salto inicial sobre 2.25 alertó de que no era su noche y que el cuarto reinado quedaría pendiente.
SILINDA ONCENA EN EL DISCO
Silinda Morales firmó un tiro de 62,31 metros, discreto para este nivel, y cerró en la oncena posición de la final del lanzamiento del disco, otra que se apartó del guión establecido.
Todos los focos perseguían a la estadounidense Valerie Allman, sin sospechar que la estrella de la noche sería su compatriota Laulauga Tausaga.
Allman pisó el acelerador desde el mismo primer envío y se puso al frente con 68,57 metros. Quizá con lo sucedido hace un año en mente, cerró la cuarta ronda con 69,23, que parecía suficiente para mantener a raya a la china Bin Feng, su pesadilla hace un año en Oregón.
Nadie en el estadio y más allá suponía que otra vez su sueño de ganar se desvanecería, pero Tausaga giró en el círculo, soltó el implemento y lo vio volar hasta los 69,49 metros.
Sin respuesta, Feng concluyó tercera y con el consuelo de haber sido destronada con honor. La legendaria croata Sandra Perkovic (66,57) demostró que sigue siendo competitiva, pero el quinto puesto parece una señal de que sus días de gloria difícilmente regresarán.
Ni el esfuerzo final alcanzó para conjurar el maleficio y Allman quedó en el grupo que deberá esperar dos años para intentar uno de sus más ansiados sueños.
EMOCIONES EN LA PISTA
El marroquí Soufiane El Bakkali retuvo su cetro al cubrir los 3 mil metros con obstáculos en 8:03.53 minutos, poco después de que la keniana Faith Kipyegon se confirmara como reina de los mil 500 metros, al registrar 3:54.87 minutos.
Fueron los únicos cetros repartidos este martes en la pista, que también acogió las semifinales de los 400 metros para hombres y los 400 con vallas de mujeres.
Para este miercoles, quinta jornada del calendario, se reajustó el horario de los 5 mil metros para damas debido a las elevadas temperaturas que azotan en las tardes.
También sufrió movimientos el programa de la sesión matutina, que para Cuba reserva los estrenos de Rose Mary Almanza (800 metros), Alejandro Parada (salto de longitud) y Eduardo Nápoles (pértiga), involucrados en rondas eliminatorias.
También se verá el regreso a la pista de Yunisleydis de la Caridad García en los heat clasificatorios de los 200 metros. La sesión nocturna acogerá el debut de las triplistas Leyanis Pérez y Liagamis Povea, en busca del pase a la final prevista el viernes.
Tomado de Jit https://www.jit.cu/NewsDetails.aspx?idnoticia=677151