Cuba regresó a la élite de la velocidad continental de la mejor manera. Lo hizo en esta ciudad, sobre la pista del Estadio Nacional de Chile, en las piernas de Yunisleidy de la Caridad García, la nueva reina del hectómetro al imponerse en los XIX Juegos Panamericanos.
Más de tres décadas duró la añoranza por una atleta capaz de revivir glorias pasadas como las escritas por Enrique Figuerola, Silvio Leonard y Andrés Simón, entre otros. En la ya lejana cita de La Habana 1991, Liliana Allen se apoderó de la única corona de una cubana.
Aquella proeza ha dejado de ser exclusiva, pues Yunisleidys cubrió la distancia a un ritmo endemoniado. Nada más sonar el disparo tomó la punta y la sostuvo. Impresionó su victoria, tal vez inesperada, pero más la ventaja con que entró a la meta 11.36 segundos después.

Esta vez quedó lejos del récord nacional (11.08), que le arrebató a Allen en mayo pasado después de 31 años de vigencia. Sin embargo, esta fecha será recordada.
«Todavía soy puro nervio, no sé ni qué decir, no me puedo creer esto», fueron las primeras palabras de la villaclareña, nacida hace 24 años en Remedios, cuando nadie sospechaba que un día estremecería a su país.
«No fue mi mejor marca, pero lo di todo de corazón en esa pista», confesó entre sonrisas y con cara de asombro, asediada por la mucha prensa acreditada, pues casi de la nada se convirtió en referente para el continente.
«Puede ser feo que lo diga, pero realmente desde ayer me veía entre las medallistas. Mis rivales no estaban a su nivel tope y luego de correr la semifinal sabía que podía ganar», expuso sin abandonar su modestia.
La guyanesa Jasmine Abrams (11.52 segundos) superó la meta en la segunda posición y el metal bronceado correspondió a Michelle-Lee Ahye (11.53), de Trinidad y Tobago. Yarima García (11.71), la otra cubana que tomó la largada, protagonizó una buena arrancada, pero le faltaron fuerzas para el remate y cerró en el séptimo escaño.
Tomado de Jit https://www.jit.cu/NewsDetails.aspx?idnoticia=705617