Por: Daniela Beatriz Artiles (Estudiante de periodismo)
El déficit de medicamentos y la necesidad de acudir al mercado negro para acceder a gran parte de ellos, constituyen grandes preocupaciones de la población cubana.
En las estanterías de las farmacias están ausentes hace un buen tiempo un grupo importante de fármacos, donde se incluyen los antidepresivos, ansiolíticos y antibióticos.
Hablando en plata, el salario del cubano promedio no le permite suplir las necesidades básicas y al mismo tiempo adquirir en el mercado informal los medicamentos.

Ya se hizo habitual acudir a estas vías alternativas. Vamos a Revolico y encontramos lo que necesitamos, sí, pero ¡a qué precios!
El valor de un blíster de cualquier fármaco puede alcanzar los 500 pesos. Alto el precio, ¿cierto? Y aún más las consecuencias para la vida de quien no pueda pagarlo.
Los pensionados, que hacen malabares para sobrevivir con una jubilación mínima, se ven en apuros, también los trabajadores con un salario básico de 2100 pesos y una familia que mantener, todo esto en medio de la inflación galopante que asfixia a la población de la isla.
Es cierto que la pandemia de Covid- 19 propinó un golpe adicional a la industria farmacéutica cubana, que ya estaba afectada por la falta de financiamiento y problemas con el pago a proveedores. Pero, no se evidencia mejoría, al contrario, según palabras del Dr. Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma “Es una situación que ha continuado y se ha agudizado, los niveles de falta de 2022 son mayores que los del 2021”. Y en el vigente año el problema continúa golpeando a las familias cubanas.
Además, al recurrir al mercado negro corremos el riesgo de ser víctimas de estafas; pues el Centro de Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cesmed) alertó a través de su sitio web que algunos fármacos provenientes del extranjero son falsificados, por ejemplo: el Ketotifeno STADA (1 mg), el Clonazepam en varias composiciones y el Neurobión.
Los fármacos del grupo I y II (para tratamiento de enfermedades crónicas, su venta es por tarjeta de control) son subsidiados por el presupuesto del estado, lo cual representa una suma de aproximadamente 33 millones de pesos.
Incrementar, con mesura, los costos de estos, al igual que se realizó con los demás, luego de la tarea ordenamiento, puede solventar parcialmente la ausencia de recursos financieros que afecta la producción nacional de medicamentos.
Varias son las medidas que se pueden y deben tomar por parte de las entidades responsables para palear el desabastecimiento de fármacos e
insumos médicos.
Lo que sí es cierto es que se necesitan soluciones urgentes pues; la escasez de medicinas representa un reto para el Sistema de Salud
Pública Cubano y un gran pesar para el pueblo.