Por: Lisandra González Machado
Este comentario nace de un reclamo, o más bien, una inquietud de varias personas que han recibido un incentivo monetario, reconociéndolos sobre otras personas por su esfuerzo añadido, o años de servicio.
Si, me refiero a los trabajadores de salud y educación que, mediante una erogación presupuestaria, perciben hoy mejores ingresos. Claro, aquí evidentemente todo es ganar- ganar, pero el problema comienza cuando, a partir de la mejora económica, se les informa a las secciones sindicales que deben aumentar el cobro de la cuota.
Ahora bien, como parte de la tarea ordenamiento, en el 2 mil 21 se aprobó una escala para el pago de la cuota sindical que, cuenta 27 casillas para relacionar los salarios. Porque aclaro, y esto es muy importante, es decir, es la información más importante, esta cuota se calcula del salario básico que devenga un trabajador, después de haberse rebajado los tributos destinados para la contribución a la seguridad social y el impuesto sobre los ingresos personales. Ahora sí voy con el rango a pagar.
En la escala 1 tenemos a los sindicalistas que cobran entre 2 mil 100 pesos y 2 mil 349 pesos con 99 centavos y tienen una cuota mensual de 11 pesos, 132 anuales. Y así va en aumento hasta llegar a la escala 27 que incluyen a los que perciben como salario básico más de 7 mil pesos y deben pagar 50 pesos mensuales, 600 anuales.
Esta escala, no ha cambiado de 2 mil 21 a la fecha según mi investigación de las resoluciones emitidas y no contenta, según mi visita a la secretaria municipal de la CTC en Sagua, Signey Estrada Menéndez. Ella confirmó mis averiguaciones y me aseguró que es la escala vigente, pero que sí les “bajaron” de provincia la orientación de aumentar la cuota sindical a aquellos que aumentaron sus bolsillos debido, por ejemplo, a la antigüedad en los sectores de educación y Salud.
La medida en sí, figura entre las Proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante el año 2 mil 24 y salió publicada en la Mesa Redonda del 28 de diciembre del 2 mil 23 y según me contó San Google, fue el artículo de Cubadebate más comentado del año.
Entre otros datos, la Ministra de Educación de Cuba, Naima Trujillo Barreto, informó en esa ocasión que el incentivo por antigüedad sería a partir de 5 años con mil pesos para los docentes y 500 para los no docentes y la cifra iría en aumento, a medida que aumentaran los años. El objetivo de este enorme desembolso gubernamental es tratar, evidentemente disminuir la fluctuación de los profesionales hacia otros empleos del país. Lo mismo sucede en el sector de la salud.
En la misma mesa Redonda, Luis Fernando Navarro Martínez, viceministro de Salud Pública habló de lo que le compete y cito: “la primera medida dictamina establecer el “pago adicional” mensual por años de servicio para médicos, estomatólogos, personal de enfermería, psicólogos, tecnólogos, licenciados y técnicos que cumplen funciones específicas, propias de la actividad de salud.
Si se fijaron, se habla de incentivos, estímulo, pago adicional, pero no de aumento de salario. Es más, en el propio programa informativo, Santiago Badía, secretario general del sindicato de la salud, dijo que en total más de 250 mil afiliados se benefician con estas decisiones del Estado, que aclaró no son reformas salariales, pero contribuyen a mejorar la calidad de los servicios a la población y a la permanencia en sus puestos de médicos, especialistas, técnicos, enfermeros y demás personal.
Para la Educación Superior, por ejemplo, según el ministro, Walter Baluja García, este importante “reconocimiento” del Estado y de la sociedad en general llega en un momento especial dado que en el 2 mil 24, debido a los cambios que obligó hacer la pandemia, las universidades cubanas transitarán aún por dos periodos lectivos (P) Y agregó, es un premio no sólo a quienes llevan décadas formando profesionales para Cuba y el mundo, sino además hacen investigaciones científicas, desarrollan proyectos, han merecido condecoraciones, acceden a categorías científicas.
Y la pregunta entonces es: Si no son reformas salariales, si no es un aumento de la escala salarial, si solo es un reconocimiento merecido, necesario y largamente exigido por los profesionales, ¿por qué subir el pago de la cuota sindical si el salario básico, por donde se calcula, sigue siendo el mismo?
Las leyes son ambiguas, eso todo el mundo lo sabe y tienen la capacidad de acomodarse amorfamente, pero, en todas las publicaciones sobre el tema se aclara que no es aumento salarial. Y no lo digo yo, ni las personas que reclaman, lo dijeron los ministros de Salud y de Educación, los secretarios de esos sindicatos, la ministra de finanzas y precios. Incluso, lo dice el desglose de la nómina de esos trabajadores aquí en Sagua la Grande, cuando ven su salario básico, igualito en un apartado y en otros pagos, ven con cara sonriente sus maestrías, doctorados, vacaciones, estimulación, días feriados y antigüedad.
Creo que no queda nada más por decir, solo que investiguen y respondan sobre el tema, los que les compete hacerlo.
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