La definición de migración humana es sencillamente un «cambio de residencia» aplicado a comunidades sociales.
Existen diferentes tipos de migración:
Migración humana por causas ecológicas: normalmente relacionadas con catástrofes naturales que obligan a abandonar el lugar de residencia.
Migración humana por causas políticas: vinculadas generalmente a persecuciones o venganzas contra esas personas, debido a la intolerancia o la intransigencia política.
Migración humana a causa de la guerra: el Estado Islámico es un ejemplo de este problema en África, pero podemos identificarlo en muchos territorios del mundo entero, donde hay conflictos bélicos activos.
Migración humana por causas económicas: principal causa de migraciones desde países en vías de desarrollo o con una profunda crisis económica del país.

América Latina es la región que actualmente registra los mayores flujos migratorios en el mundo. Más de 40 millones de latinoamericanos viven fuera de su país de origen, convirtiendo a la región en la que más número de migrantes tiene hoy, y Cuba no escapa a este fenómeno.
La composición demográfica y social resulta amplia, sin embargo, la presencia de la población joven aumenta como protagonista del acto migratorio y son portadores de altos niveles de calificación, profesionalidad y oficios.
La juventud está entre los sectores de la población que más tiende a emigrar. Según el Centro de Estudios sobre la Juventud, durante las dos primeras décadas de este siglo predomina el carácter temporal del potencial migratorio de los jóvenes cubanos.
“Los cambios en la ley migratoria a partir del 2012 y la amplia actividad de colaboración con el exterior han servido de estímulo para un crecimiento de los viajes, el deseo de hacerlo y el potencial migratorio; superior a etapas anteriores”.
Investigaciones del Centro reafirman el interés de los jóvenes cubanos por viajar al exterior con carácter temporal y por motivaciones económicas; pero también se fortalece la tendencia a aumentar la intención de salidas definitivas o que impliquen mayor permanencia en el exterior.
En los últimos años previos a la pandemia proliferó la gestión personal de contratos de trabajo en el exterior entre los jóvenes cubanos, convirtiéndose en la proporción más elevada de las salidas potenciales del mencionado estudio. El establecimiento de familiares y amigos que emigraron previamente constituyen importantes redes de apoyo.
Muchos de estos jóvenes no retornan a Cuba, estableciendo su residencia donde fueron contratados o utilizándolo como trampolín para viajar a otros países. Este comportamiento se ajusta a la tendencia internacional donde la búsqueda de mejores opciones de empleo es el motor impulsor de las principales corrientes migratorias en la actualidad.
La superación e intercambio académico en el exterior y las misiones estatales se convirtieron también en opciones muy atractivas para los jóvenes, no solo por la ayuda económica que representa, sino por las ganancias que reporta para su desarrollo profesional y el reconocimiento por su aporte al país.
Las razones para viajar al exterior o emigrar son disímiles, si bien mejorar la situación económica personal y familiar continúa siendo la motivación principal en las intenciones de viajar al exterior de los jóvenes y el potencial migratorio en todas sus modalidades; lo que se refuerza con la agudización de la difícil situación del país en la actualidad.
En los últimos años ha crecido la emigración hacia España, México y países suramericanos como Brasil y Uruguay, pero tradicionalmente EE.UU. ha sido la nación más atractiva para los jóvenes cubanos.
En crecimiento también el número de personas que intenta regresar y los que se muestran insatisfechos ante la decisión adoptada.
La migración es un cambio que experimentamos en nuestro día a día. Y como siempre pasa con los cambios, generan preguntas. Es ahí en donde deben enfocarse los esfuerzos de Cuba para generar respuestas que se traduzcan en moldear una sociedad abierta al cambio.