Tenía solo 30 y ese pequeño bulto llegó para acabar con tantos planes, para poner en stand by los sueños. El más preciado: la maternidad; esa, tan ansiada y se le dibujó utópica.
Primero una pequeña incisión, seguida de tratamiento, un duro tratamiento que vino aparejado de náuseas, vómitos, inapetencia. Y saber que no valió la pena sobreponerse fue más doloroso.
La radical vino a destruir los atisbos de feminidad. Primero había sido su largo y abundante cabello negro, ahora su seno derecho.
Él le dijo que seguía siendo bella, que no importaba. “Lo más preciado es la vida”, le repetían, y se repetía una y otra vez. Y otra ronda de quimio. Y otros días de espera por un resultado alentador.
Luego de dos años venció la batalla contra el cáncer de mama. Ella misma considera que no es la guerra. A cada rato teme que vuelva.
Hoy prefiere permanecer en el anonimato. No se atreve a autoproclamarse vencedora. El cáncer es como un fantasma que la atemoriza en sus sueños y le recuerda que es vulnerable. Se sabe fuerte, luchadora, pero, aunque cicatrizó, la herida sigue abierta. Hace hoy cinco años, y duele en el alma.
Día Internacional de lucha contra el Cáncer de mama
Cada 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de mama con el objetivo de sensibilizar a la población y de dejar clara la importancia de la detección precoz, que puede mejorar los pronósticos y las tasas supervivencia.
La organización mundial de la salud (OMS) estima que cada año, solamente en la región de las Américas, más de 462 000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y casi 100 000 mueren por esta causa.
La campaña tiene como símbolo un listón rosa y cada año se suman más personas en función de la detección y prevención contra un padecimiento que cobra tantas vidas.
